Tecnología, innovación y cine

Publicado el 20 Agosto 2025

13 años tuvimos que esperar para que el director James Cameron volviera a dejarnos boquiabiertos con la continuación de la franquicia Avatar: El camino del agua, una película innovadora que no solo propone una narrativa única y creativa, sino que utiliza tecnología de última generación de captura de movimiento y efectos visuales para ampliar la experiencia cinematográfica en entornos subacuáticos.

Los avances tecnológicos lo envuelven todo: modifican nuestra forma de vivir, pero también la manera en la que creamos. Tal es el caso de Avatar, un largometraje que, sin duda, revolucionó por completo el uso de los efectos visuales gracias al empleo de CGI (Imágenes creadas por computadora), lo que permitió crear la animación de los personajes y de sus entornos digitales, además de fusionarlos con actuaciones de acción en vivo.

Todo esto fue posible porque el director fue más allá de colocar a los actores frente a la pantalla verde sin elementos tangibles para reaccionar; por el contrario, diseñó utilería y construyó enormes tanques y piscinas olímpicas dentro de los estudios con la intención de brindar una mejor experiencia a los actores y de ese modo obtener resultados más auténticos.

  1. El cinematógrafo submarino Pete Zuccarini capturando el movimiento de los tulkun, Benoit Beafils y Emilie Siemer, en el volumen bajo el agua. Imagen de 20th Century Studios

Este proceso combinó efectos visuales innovadores y entornos 3D inmersivos, logrados por la implementación de CGI y efectos prácticos. También se utilizó una cámara virtual con la cual los actores podían ver escenas del mundo creado digitalmente en tiempo real, lo que los sumergía completamente en Pandora.

El realismo de los personajes digitales se logró gracias a la captura de actuación: cada actor utilizó un casco con pequeñas cámaras de alta definición que registraban los sensores colocados en sus rostros, proporcionando un nivel de detalle nunca antes visto. De este modo no solo se captó el movimiento corporal, sino también cada gesto o expresión facial.

Sin embargo, el verdadero reto al que se enfrentó Cameron y su equipo fue realizar las secuencias subacuáticas sin generar burbujas ni ningún tipo de alteración bajo el agua, las cuales podrían afectar el registro de las cámaras ubicadas dentro de los tanques.

La única solución fue que los actores realizaran las escenas buceando sin los tanques de oxígeno. El especialista en buceo Kirk Krack fue el encargado de instruir a todo el elenco en técnicas de buceo libre, permitiéndoles pasar varios minutos bajo el agua sin respirar.

  1. Imagen de 20th Century Studios

En cuanto al aspecto técnico, Dylan Cole y Ben Procter, diseñadores de producción, crearon una serie de sets virtuales que coordinaron con los espacios donde se desarrollaría la acción y con los elementos que se colocarían bajo el agua.

Los avances tecnológicos han transformado profundamente la industria cinematográfica, desde las técnicas de filmación y captura de movimiento, hasta la incorporación de inteligencia artificial para mejorar diálogos, optimizar procesos de edición e integrar experiencias inmersivas como la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (RA).

Estas herramientas no son exclusivas del universo de Avatar. Producciones recientes como The Brutalist (2024), utilizaron tecnología de clonación de voz (Respeecher) para mejorar los diálogos en húngaro; mientras que Rogue One: Una Historia de Star Wars sorprendió al público al emplear técnicas de deepfake para recrear a una joven Princesa Leia y del Gran Moff Tarkin, demostrando el potencial de estas innovaciones para revivir personajes o construir nuevas realidades.

En definitiva, si aún no has tenido la oportunidad de sumergirte en el fascinante mundo de Pandora, Avatar: El camino del agua es una cita obligada, pues no solo te cautivará con su historia y personajes, sino que te permitirá apreciar de primera mano el futuro del cine.