Es momento de hablar de la Violencia Digital

En un mundo donde cada vez dependemos más de las pantallas, las relaciones, conversaciones y experiencias de las mujeres son altamente vulneradas, porque gran parte de su vida también ocurre a través de dispositivos electrónicos.
Sin embargo, este entorno que debería ser seguro y libre para expresarse, puede convertirse en un espacio donde surgen agresiones, amenazas y abusos que muchas veces se minimizan con comentarios machistas como: “calladita te ves más bonita”, “la que no enseña no vende” o “ese trabajo es de hombres”. La violencia digital es real, duele y afecta a miles de mujeres cada día, desde niñas y adolescentes hasta adultas.
Aquí vamos a informarte, acompañarte y darte consejos sobre qué hacer si eres víctima de violencia digital: cómo identificarla, cómo prevenirla y cómo defenderte de cualquier forma de agresión en línea. Además, encontrarás datos para protegerte y para que tú también puedas acompañar o aconsejar a otras mujeres que estén pasando por lo mismo.
¿Violencia digital?
La violencia digital contra las mujeres es cualquier tipo de agresión, daño o abuso ejercido mediante dispositivos electrónicos. Puede presentarse en redes sociales (WhatsApp, Instagram, Facebook, X (Twitter) y TikTok), en videojuegos en línea, en plataformas digitales, apps de citas, foros de discusión y en prácticamente cualquier espacio de internet. Afecta especialmente a mujeres y niñas, ya que suelen ser blanco de amenazas, acoso, difusión de contenido íntimo sin consentimiento, extorsiones, robo de identidad y comentarios sexualizados o humillantes. Aunque pareciera que la violencia digital no deja marcas físicas, sí provoca daño emocional y psicológico; limita la libertad de expresión, genera miedo, autocensura e incluso puede poner en riesgo la integridad física y la estabilidad de las mujeres.
¿Cuáles son las formas más comunes de violencia digital?
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Ciberacoso (cyberbullying): insultos, amenazas, humillaciones o burlas constantes en línea.
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Acoso digital: seguimiento, envío de mensajes no deseados, vigilancia o intimidación.
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Extorsión o sextorsión: amenazas con publicar contenido íntimo si no se cumple una demanda.
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Difusión de contenido íntimo sin consentimiento: compartir fotos o videos privados.
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Suplantación de identidad: hacerse pasar por alguien más para dañar su reputación o engañar a terceros.
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Robo de información o hackeo: acceder sin permiso a cuentas para manipular datos o controlar la vida digital de una persona.
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Manipulación, humillación o control a través de dispositivos: revisar mensajes, obligar a compartir contraseñas, etc.

¿Cómo prevenirla o enfrentarse a ella?
- Configura adecuadamente la privacidad de las redes sociales.
- No compartas contraseñas ni información personal e importante.
- Guarda evidencia (capturas de pantalla).
- Bloquea y reporta a lxs agresorxs.
- Busca apoyo de personas de confianza o instituciones.
- Si te encuentras en territorio méxicano existe una ley llamada “Ley Olimpia” la cual reconoce la violencia digital y penaliza los delitos que atentan contra la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales.
La violencia digital contra las mujeres es una realidad que refleja las mismas desigualdades que se viven fuera de las pantallas. Reconocer y comprender sus distintas formas nos permite actuar con mayor conciencia y apoyo entre nosotras. Cada mujer tiene derecho a expresarse, participar y convivir en internet sin miedo, sin amenazas y sin ser silenciada por la agresión o el abuso.
Por: Andrea Prudencio López